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“El viejo debe estar orgulloso de que yo estoy aquí porque no le voy a fallar”

Queridos padres: mis deseos son que cuando estas líneas lleguen a sus manos todos gocen de buena salud. Yo estoy bien, gracias a Dios.Viejos, el 24 de mayo recibí la carta que me escribieron. Mientras la leía, me largué a llorar porque me dio una alegría muy grande. Hacía un mes que no tenía noticias de ustedes ¿Saben cuánto los extraño? A veces me dan ganas de gritar fuerte para que me escuchen ustedes. Ya estoy cansado de dormir en carpa.

 

 

Mi compañero de carpa es un soldado de Lobos, se llama Duarte el padre. Trabaja en la barrera de la Irigoyen, papá lo debe conocer. Al padre de él le dicen pantera Duarte.De los 19 años que tengo, nunca comí cordero como acá todos los días. Salgo a cazar cordero, siempre traemos dos o tres corderos y los hacemos asado, frito o hervido.¿Sabés una cosa? Hace como un mes que no comemos pan, tengo ganas de comer torta y pan. Más vale que cuando vuelva tenga la bolsa llena de pan porque le voy a prender y no voy a dejar ni una miga.Cuando vuelva, te voy a contar que hay noches que me agarra una amargura. Todo el día tomo mate. ¿Sabés cómo hicimos un mate? Con el vaso de una granada y la bombilla de una lapicera. Las chicas deben ir bien en el colegio. Analía debe estar en la escuela y Vanesa duerme la siesta. Papá en cada casa debe contar que tiene un hijo que está en las Malvinas defendiendo la soberanía argentina.El viejo debe estar orgulloso de que yo estoy aquí porque no le voy a fallar.Si pueden mandar una encomienda con cigarrillos, masitas, mantecol. Lo más importante son los cigarrillos. Dale saludos a la señora de Lali. Decile que para mi cumpleaños ya estoy en casa, si me puede hacer una torta como la que hace la señora de Lali. Y dale saludos al negro.¡Ah! Si les escribís a las abuelas de papá y tuyas, deciles que estoy bien.Si salgo de esto de la guerra, también todo el invierno me la voy a pasar en casa sin hacer nada.Contestame lo más rápido posible así tengo noticias de todos ustedes. Me despido con un beso grande para vos mamá, para mis hermanas y para papá un abrazo grande.

ChauHoracio Jose Echave.”

 

 

Horacio José Echave llegó el 12 de abril de 1982 a las Islas Malvinas. Había sido enviado como apuntador de FAL de la Compañía “B” Piribebuy, donde cumplía el servicio militar obligatorio. Al llegar, fue asignado junto a sus compañeros al cerro Dos Hermanas, a diez kilómetros al oeste de Puerto Argentino, para detener el avance británico hacia la capital isleña.Horacio murió en uno de los últimos combates de la guerra, el 14 de junio, durante el repliegue a Puerto Argentino.

La ubicación de Puerto Argentino en la isla Soledad, donde cayó Echave.

 

Su compañía había recibido las órdenes alrededor de las 14:30. Falleció frente a la casa del gobernador de las islas. Era el último día de la guerra y faltaban 8 días para que cumpliera 20 años. Esa misma noche se firmó el cese al fuego y el retiro de las tropas argentinas.

La Casa del Gobernador de las islas. Horacio falleció frente a este edificio, el último día de la guerra. Crédito foto: Michael Clarke.

El soldado Echave había nacido el 22 de junio de 1962 en Bolívar. Sus padres eran Nélida Montoya y Horacio Dámaso Echave. Tenía seis hermanas mujeres: Liliana, Marcela, Susana, Analía, Vanesa y María Julieta. No llegó a conocer a Juan Pablo, el menor, quien nació después de la guerra.

Horacio a los 13 años, con sus hermanas. Sostiene en brazos a su hermana Analía.

La familia Echave se trasladó a Lobos, provincia de Buenos Aires, durante la infancia de Horacio. Lo hicieron por la profesión de su padre, quien era ferroviario. Él también quería serlo: aspiraba a ser maquinista de tren.

Con su madre, Nélida. El soldado Echave partió a la guerra sin saber que su mamá estaba embarazada de Juan Pablo, nacido en octubre de 1982.

Como soldado

Una fotografía tomada en la Escuela Primaria Nº 1 Pilar Beltrán, en Lobos, muestra a Horacio José disfrazado de soldado en un acto escolar.

La última foto

La familia conserva una única imagen de Horacio en las Islas Malvinas. La encontraron en las redes sociales hace 9 años. Echave le había pedido a Eduardo Rotondo, corresponsal de guerra, que les tomara una foto a él y a su compañero para salir en una revista y así su familia y amigos supieran que estaba bien.

La familia también conserva otros recuerdos de Horacio José en la casa de Lobos. Los sobres de sus cartas y una radio en su cuarto, que compró para escuchar bandas de rock.

Horacio había dejado el colegio a los 16 años y empezó a trabajar en la colocación de antenas. La radio que todavía se encuentra en su cuarto fue una de las primeras compras que hizo con su sueldo.

De Puerto Argentino a Lobos. El sobre de la carta enviada por Horacio José.

 

Los restos de Horacio José Echave se encuentran en las islas. El 15 de diciembre de 2017 se notificó a su familia que su cuerpo había sido identificado en el cementerio de Darwin.