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De lo que suceda en las próximas semanas de la relación directa que existe entre mayor circulación, el desapego en las medidas de protección personal y colectiva que dan como resultante un incremento en el número de contagios de coronavirus dependerá la forma en que se inicie 2021 en términos de actividades sociales y económicas.Hoy, la mayoría de los indicadores marcan una estabilización con tendencia a la baja de lo que se observaba hace semanas en la evaluación periódica que se realiza pero tanto las autoridades como el Comité de Monitoreo ya evalúan medidas para enero en caso de que se observe un escenario que no puede pronosticarse como si se tratara de un hecho azaroso pero que tiene un probabilidad no menor a que ocurra por lo que se conoce de la enfermedad.

Es que las fiestas de fin de año, las reuniones para ‘despedir‘ a 2020 y otros encuentros sociales típicos cuando el calendario marca de diciembre más el relajamiento que se observa en la ciudadanía tanto por un hartazgo propio de lo que se extendió en el tiempo la pandemia más los planes de vacunación que se anuncian para el corto plazo, llevarán a que estos encuentros sean el caldo de cultivo perfecto que termine en un gran número de contagios.

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‘Por cuestiones comerciales y también de índole social no pueden esperarse restricciones para lo que queda del año, pero sin dudar si hay un aumento importante de casos en enero habrá retrocesos en la desescalada‘, señalan en los pasillos de Casa de Gobierno, y razones hay de sobra, se está lejos de una potencial saturación del sistema sanitario , la actividad económica necesita recuperar en parte lo que fue un año para el olvido y la inyección de recursos que volcará el Estado por pago del medio aguinaldo y aumento de planes sociales irán en gran parte al consumo de mercaderías y bienes y también la ciudadanía necesita un paréntesis y que estas Fiestas sean los más parecidas a lo que se vivía hasta mediados de marzo. Hoy, en el Ejecutivo la intención es reiterar la apelación a la responsabilidad individual para evitar contagios en medio de flexibilizaciones anunciadas que habilitan encuentros de hasta cien personas al aire libre y un máximo de veinte cuando la actividad sea en espacios cerrados, medidas que se tomaron ya pensando para los festejos de Navidad y Año Nuevo. En la reunión semanal que mantiene con el Comité de Monitoreo, el gobernador Jorge Capitanich indicaba ayer en sus redes sociales, que para evitar un brote de consideración en enero, se ‘diseñaría y ejecutaría un plan de prevención que sea compatible con el plan de vacunación para lograr la mayor inmunización en el menor plazo posible‘.

INDICADORES

El balance de la semana epidemiológica fue positivo en función de lo que marcaron gran parte de los indicadores que marcan el ritmo de la Covid en su afectación a la ciudadanía.

En las únicas variables que mostraron alguna inquietud pero que en cierta forma eran esperables por la suba de casos que se venía dando con el correr de las jornadas fue en el aumento de camas de Unidades de Terapia Intensiva (UTI) como también de pacientes que requieren asistencia respiratoria mecánica, en ambos casos en niveles que lejos están de una saturación del sistema.

En las unidades de cuidados intensivos se pasó del 26% de ocupación que se tenía hace siete días a un 29,6 que se observa en la última medición, mientras que quienes precisaron respiración pasaron a ser de un 10,4% del total de los que estaban en una UTI a un 20% como marca el último relevamiento. La tasa de duplicación que a inicios de la pandemia se señalaba que tenía que estar por encima de 25 días para evitar un colapso del sistema creció de 67,5 a 68,9, un incremento que es menor pero que se sostiene por segunda semana consecutiva.

En lo que hace a concentración geográfica, el área metropolitana del Gran Resistencia evidenció una suba pasando de poco más de 86 diarios a 96 por jornada a contrapelo del comportamiento en el interior provincial, donde descendió de poco más de 108 a 94 nuevos casos cada 24 horas.

También bajaron las consultas de personas que acudían con síntomas a los espacios sanitarios, que descendió de 29 a 24 mientras que aumentó en promedio la cantidad de muestras que se toman para detectar nuevos casos.